¿Por qué debería “ser un hombre”?

¿

Traducción de un artículo original de Rogue Star 13:

La mayor ironía del empoderamiento femenino es que muy pocas mujeres saben lo fácil que lo han tenido o el poder que tienen en realidad.

¿No me creéis?

Vamos a pensarlo. La mujer tiene una ventaja biológica sobre el hombre, sólo una (y es una ventaja magnífica). Los hombres, en general, las desean, y harán cosas absolutamente locas para poder estar con ellas. Si reflexionamos lo suficiente sobre esta increíble ventaja femenina, es fácil darse cuenta de que esto les permite, a todo su género, conseguir toda una vida de sustento, si saben jugar bien sus cargas. Es un sustento que les hará falta para poder tener y criar convenientemente a sus hijos. Pero incluso sin descendencia, es un acuerdo genial. Tienen el poder de pujar por una vida entera de sustento, incluso sin tener hijos.

Y aun así, el “empoderamiento femenino” ha llevado a muchas mujeres a abandonar este “pase gratuito” biológico, que tan increíblemente poderoso es, y en su lugar, a optar por competir directamente con los hombres en el ámbito del “trabajo duro”. Un ámbito en el que, en la mayor parte de los casos, no tienen ninguna ventaja real, y muchas veces tienen desventajas graves. Y, al mismo tiempo, esperan conseguir esa “vida entera de sustento” en alguna fase posterior de sus vidas, cuando los hombres ya no se las quieran tirar.

Esa estrategia sólo se le podría haber ocurrido a alguien con deficiencias lógicas y matemáticas.

Si comparamos a ambos, se puede ver claramente que las mujeres occidentales han intercambiado “la mejor mano” de su vida por un mundo peligroso de competición “sin garantías” contra un género que tiene mayor confianza, mayor impulso, mayor coeficiente intelectual (en algunos casos), mayor habilidad lógica y menor consideración por su propio bienestar.

¿Se han parado a pensar esas mujeres? ¿Han olvidado que están compitiendo directamente contra un género cuyo valor sexual de mercado y capacidad reproductiva duran más tiempo? ¿Un género al que no le lastra el deseo de “casar bien”, y que se suele contentar con casarse con una mujer de sonrisa dulce, nivel educativo básico y escaso valor de ingresos, en vez de con una guerrera laboral iracunda y con forma de pelota de fútbol americano?

De manera que, con el tiempo, muchas mujeres contemporáneas se dan cuenta de que no sólo han utilizado las cartas incorrectas, sino de que las han jugado fatal. Y deciden que no hay más remedio que jugar su comodín, el arlequín. Necesitan la influencia de “papá” gobierno para salvarles el culo en la partida. Y juegan la carta de la víctima.

No sólo se han inventado una teoría conspiratoria sobre “la cultura de la violación”, sino que también han exigido la abolición de derechos fundamentales, para que su juego perdedor no sea un obstáculo tan grande. Afirman que en las carreras profesionales de ciencias y tecnología hay discriminación de género, y que todos sus lugares de trabajo son “hostiles hacia la mujer”. Han conseguido darle la vuelta a la tortilla de “los hombres tienen más éxito” a “los hombres tienen más éxito, injustamente”. Sin que se sepa muy bien cómo, todas las cartas están injustamente en su contra, y papá gobierno debe ser obligado a intervenir.

En su opinión, los hombres deben ser puestos de rodillas. El sustento que no pueden conseguir a través del matrimonio lo buscan ahora a base de legislación. Los hombres pagan más impuestos, las mujeres se llevan más servicios sociales. Pero no basta con eso. Quieren más. Quieren que todos los hombres “sean hombres” y se sacrifiquen por el equipo.

El hombre inteligente comete un error, aprende de él y no vuelve a cometerlo nunca más. Pero el hombre sabio observa al hombre inteligente y aprende de él para evitar ese error directamente.

¿Por qué debería “ser un hombre”, si estas mujeres han demostrado no estar dispuestas a “ser una mujer”?

El Ratel
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El Ratel

El Ratel ("The Badger") has helplessly seen the rise of politically correct nonsense, inclusive language and feminist ideology in his native country, Spain. After getting in contact with the MRM and antifeminist ideas, his attempts to talk about it were met with disdain and disgust. That is why he adopted a secret identity and started doing what he does best: spreading information by means of writing and translation.

El Ratel ha presenciado el auge de las estupideces políticamente correcta, el lenguaje inclusivo y la ideología feminista en su país natal, España. Tras entrar en contacto con las ideas del Movimiento por los Derechos del Hombre y el antifeminismo, sus intentos por hablar de ello fueron recibidos con desdén y desprecio. Por eso, tomó la decisión de adoptar una identidad secreta y hacer lo que mejor se le da: difundir información a través de la escritura y la traducción.

By El Ratel

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